jueves, 8 de septiembre de 2011

El dolor, la vida, el placer de la expresión


Aún puedo recordar el día que entré en la sala Van Gogh del Museo Orsay, de París. De pronto sentí que estaba sola, a pesar de la cantidad de extranjeros, frente a esos cuadros. Aquellos colores, formas y trazos de pinceles me hicieron sentir el dolor, la vida, el placer de la expresión. La desesperación de su autor.
Algo parecido me ha ocurrido con tu libro. La diferencia, la cercanía.
Gracias por todo, es un auténtico regalo que seas mi hermano. supongo que sabes que sin ti, mi vida no hubiera sido la misma. Te quiero.
Ana Luisa.

1 comentario:

  1. Sábato dijo que si Van Gogh hubiera escrito novelas en lugar de pintar, no se hubiera suicidado.
    Mi caso no es tan dramático, pero es cierto que la escritura permite un profundo margen de exploración de territorios desconocidos.
    Y en contadas ocasiones incluso te ofrece un hilo invisible para comunicarlos.
    Gracias.
    J.

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